“Educar en educación financiera es inspirar a que los niños/as y jóvenes se conviertan en mejores emprendedores en el día de mañana.”
La educación financiera lo largo de las etapas educativas debe contribuir a que el alumnado mejore su competencia para aprender y tener iniciativa en la toma de decisiones y generar alternativas personales frente a problemas e imprevistos, por medio de un aprendizaje social que permita a los escolares emanciparse y desarrollar su autonomía e iniciativa personal.
Por ello, y según indica la OCDE, la educación financiera se define como: “el proceso por el que los inversores y consumidores financieros mejoran su comprensión de los productos financieros, conceptos y riesgos”.
En este sentido, recomienda desarrollar en los escolares las habilidades y confianza precisas para adquirir mayor conciencia de los riesgos y tomar decisiones informadas para, de ese modo, capacitar a los futuros ciudadanos en la asunción de responsabilidades con espíritu emprendedor.
En este sentido, el programa “Segura-Mente” va encaminado a desarrollar en el alumnado actitudes de planificación, anticipación y prevención de riesgos, poniéndole frente a diversas situaciones en las que tendrá que reflexionar, con el fin de que entienda la importancia de tener conocimiento de las consecuencias, tanto para tomar la mejor decisión, como para adquirir progresivamente una asunción de responsabilidades que podrá en práctica en su futuro próximo.
De ese modo, en esta 4º edición tan especial, queremos trasladar al alumnado a un viaje de peregrinación a Santiago de Compostela, en el que distintas situaciones le permitirán enfrentarse a imprevistos simulados, consolidando su capacidad para gestionar riesgos e imprevistos, y contemplar diferentes necesidades a lo largo del camino, ajustando sus decisiones a sus necesidades y expectativas futuras, bajo el enfoque de la sostenibilidad y consumo responsable.